Actualmente, la arquitectura de un inmueble se diseña con el objetivo de alcanzar una serie de beneficios, entre los cuales destaca la reducción máxima posible en el consumo energético.
Gracias al diseño y la arquitectura sostenible podemos conseguir que una vivienda consuma lo mínimo posible, pero no se puede evitar que no consuma en absoluto. Por eso, para conseguir que este consumo no contamine ni suponga una carga económica para el usuario, la instalación de sistemas de energía renovable se ha convertido en algo común en el diseño arquitectónico de los inmuebles.
Energía renovable
La energía renovable es aquella que proviene de fuentes naturales inagotables. Esta inagotabilidad proviene de que existen en una cantidad inmensa o bien de que se regeneran a una velocidad mayor a la vida humana.
La energía renovable puede ser de dos tipos diferentes: las no contaminantes (limpias) y las contaminantes. Entre las energías renovables limpias encontramos los siguientes tipos de energías:
Las energías renovables tienen diferentes ventajas:
Si bien hemos visto que existen varios tipos de energía renovable limpia, lo cierto es que, a nivel doméstico, solo existen dos totalmente desarrolladas.
Energía eólica
Seguro que has visto, por las carreteras españolas, los grandes molinos de viento de los parques eólicos. Este tipo de sistemas se ha adaptado al uso doméstico gracias a los denominados generadores de minieólica. Estos sistemas se suelen instalar en zonas donde no llega el suministro de la Red General de Electricidad y puede permitir el autoconsumo.
Su funcionamiento será óptimo si el viento posee, al menos, una velocidad de unos dos metros por segundo. Sin embargo, para que su rentabilidad sea lo más alta posible, esa velocidad debería estar en cuatro metros por segundo.
Estos sistemas son capaces de transformar la energía motriz del viento en energía eléctrica. Si esta velocidad es suficiente, la vivienda podrá alcanzar el autoconsumo, es decir, que se generará toda la energía eléctrica que se necesite para su óptimo funcionamiento.
Ya sea por su coste o la poca velocidad del viento, este tipo de sistemas aún no es muy común, aunque sí existe una manera de aprovechar el aire a nivel doméstico, la aerotermia. Gracias a estos sistemas aprovechamos el calor del aire para producir agua caliente, ya sea para uso sanitario o bien para climatizar la vivienda. Es cierto que requieren de electricidad para el funcionamiento de la bomba, pero solo un 30% de la energía que usan otro tipo de sistemas, lo que hace que se les considere sistemas de energía renovable.
Energía solar
Gracias a estos sistemas aprovechamos la radiación solar ya sea para producir electricidad (fotovoltaica) como para generar calor (térmica).
En el diseño de los edificios de obra nueva es obligatorio que se instalen paneles solares para producir el agua caliente del edificio Si, por cualquier cosa, no se pueden instalar este tipo de paneles, se deberá instalar cualquier otro sistema de agua caliente renovable, como puede ser la aerotermia.
La energía solar fotovoltaica también nos permite alcanzar el autoconsumo, puesto que permite generar electricidad. Para llegar al autoconsumo, la instalación deberá tener baterías solares, las cuales almacenan la energía no utilizada para cuando no haya radiación solar.
Componentes de una instalación fotovoltaica
Energía geotérmica
Los sistemas de energía geotérmica aún se están desarrollando a nivel doméstico, aunque ya existen sistemas que permiten aprovechar la energía geotérmica. Gracias a estos sistemas se aprovecha el calor del suelo terrestre para obtener agua caliente.
Este tipo de sistemas requiere de excavaciones para instalar los tubos por los que se mueve el fluido que va calentándose. Cuanto más se excave, más calor se obtendrá, pero también será más cara la instalación. El aprovechamiento de dicho calor se realiza mediante excavaciones e instalaciones de tubos donde se mueve un fluido que va calentándose.
Si se excava a quince metros, el sistema ya empezaría a ser rentable.
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Gracias al diseño y la arquitectura sostenible podemos conseguir que una vivienda consuma lo mínimo posible, pero no se puede evitar que no consuma en absoluto. Por eso, para conseguir que este consumo no contamine ni suponga una carga económica para el usuario, la instalación de sistemas de energía renovable se ha convertido en algo común en el diseño arquitectónico de los inmuebles.
Energía renovable
La energía renovable es aquella que proviene de fuentes naturales inagotables. Esta inagotabilidad proviene de que existen en una cantidad inmensa o bien de que se regeneran a una velocidad mayor a la vida humana.
La energía renovable puede ser de dos tipos diferentes: las no contaminantes (limpias) y las contaminantes. Entre las energías renovables limpias encontramos los siguientes tipos de energías:
- Energía solar
- Energía eólica
- Energía hidráulica
- Energía geotérmica
- Energía undimotriz
Las energías renovables tienen diferentes ventajas:
- No contaminan
- Son energías gratuitas
Si bien hemos visto que existen varios tipos de energía renovable limpia, lo cierto es que, a nivel doméstico, solo existen dos totalmente desarrolladas.
Energía eólica
Seguro que has visto, por las carreteras españolas, los grandes molinos de viento de los parques eólicos. Este tipo de sistemas se ha adaptado al uso doméstico gracias a los denominados generadores de minieólica. Estos sistemas se suelen instalar en zonas donde no llega el suministro de la Red General de Electricidad y puede permitir el autoconsumo.
Su funcionamiento será óptimo si el viento posee, al menos, una velocidad de unos dos metros por segundo. Sin embargo, para que su rentabilidad sea lo más alta posible, esa velocidad debería estar en cuatro metros por segundo.
Estos sistemas son capaces de transformar la energía motriz del viento en energía eléctrica. Si esta velocidad es suficiente, la vivienda podrá alcanzar el autoconsumo, es decir, que se generará toda la energía eléctrica que se necesite para su óptimo funcionamiento.
Ya sea por su coste o la poca velocidad del viento, este tipo de sistemas aún no es muy común, aunque sí existe una manera de aprovechar el aire a nivel doméstico, la aerotermia. Gracias a estos sistemas aprovechamos el calor del aire para producir agua caliente, ya sea para uso sanitario o bien para climatizar la vivienda. Es cierto que requieren de electricidad para el funcionamiento de la bomba, pero solo un 30% de la energía que usan otro tipo de sistemas, lo que hace que se les considere sistemas de energía renovable.
Energía solar
Gracias a estos sistemas aprovechamos la radiación solar ya sea para producir electricidad (fotovoltaica) como para generar calor (térmica).
En el diseño de los edificios de obra nueva es obligatorio que se instalen paneles solares para producir el agua caliente del edificio Si, por cualquier cosa, no se pueden instalar este tipo de paneles, se deberá instalar cualquier otro sistema de agua caliente renovable, como puede ser la aerotermia.
La energía solar fotovoltaica también nos permite alcanzar el autoconsumo, puesto que permite generar electricidad. Para llegar al autoconsumo, la instalación deberá tener baterías solares, las cuales almacenan la energía no utilizada para cuando no haya radiación solar.
Componentes de una instalación fotovoltaica
- Paneles solares
- Soportes
- Inversor
- Sistemas de protección
- Contadores
- Baterías de almacenaje
Energía geotérmica
Los sistemas de energía geotérmica aún se están desarrollando a nivel doméstico, aunque ya existen sistemas que permiten aprovechar la energía geotérmica. Gracias a estos sistemas se aprovecha el calor del suelo terrestre para obtener agua caliente.
Este tipo de sistemas requiere de excavaciones para instalar los tubos por los que se mueve el fluido que va calentándose. Cuanto más se excave, más calor se obtendrá, pero también será más cara la instalación. El aprovechamiento de dicho calor se realiza mediante excavaciones e instalaciones de tubos donde se mueve un fluido que va calentándose.
Si se excava a quince metros, el sistema ya empezaría a ser rentable.
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