Este tipo de viviendas inteligentes permite disponer de automatismos que facilitan nuestro día a día, pero que, sobre todo, reduce al mínimo el consumo de energía en este tipo de inmuebles.
¿Qué son las viviendas inteligentes?
Desde fuera, es prácticamente imposible distinguir una vivienda domótica de una tradicional, puesto que el aspecto constructivo exterior no varía. Sin embargo, en el interior de este tipo de viviendas se han desarrollado proyectos domóticos para automatizar y poder controlar los diferentes sistemas y aparatos de manera remota. Esto mejora la eficiencia, el confort y la seguridad en casa.
Dentro de una vivienda inteligente podemos encontrar diferentes elementos, entre los que destacan algunos básicos:
●Un sistema domótico que centralice la recepción de señales y ordene las actuaciones de cada tipo de instalación.
●Un soporte de comunicación que puede ser cualquier dispositivo que se pueda conectar al Internet de la vivienda.
●Diferentes sensores que reciban información que llegue al sistema; así como actuadores que lleven a cabo las acciones derivadas de esa información.
Ahorro energético
La principal ventaja de este tipo de viviendas es el uso mucho más eficiente de todos los aparatos y sistemas que consumen energía (y agua) , por lo que se reducirá el consumo de energía. Una vivienda domótica puede llegar a producir un ahorro de entre el 25% y el 40% frente a una vivienda tradicional.
Este hecho se consigue gracias a los sensores y actuadores que recogen información del exterior y adaptan el funcionamiento de los sistemas y aparatos para conseguir el máximo ahorro posible.
Estos sensores suponen un gran ahorro, por ejemplo, en iluminación y climatización puesto que activan y apagan los sistemas de iluminación y climatización en función de si hay alguien en la estancia.
También, estos sensores determinan la iluminación o climatización en función de información del exterior, como la cantidad de luz natural, la temperatura, la hora del día...
Uno de los primeros aparatos domóticos que se integró en una vivienda fueron los sistemas de alarma. Este tipo de sistemas permite evitar intrusiones no deseadas, pero también otro tipo de problemas como fugas de gas o agua.
Gracias a las cámaras de videovigilancia podremos ver en directo qué ocurre en nuestra vivienda y avisar a los servicios de emergencia si ocurre algo grave.
Detectar una fuga de agua o gas de manera inmediata evitar que se produzcan problemas más graves, tanto materiales como personales.
Comodidad y confort
Seguramente sea una de las ventajas que más le guste a los usuarios. Poder controlar toda tu vivienda de manera remota aumenta la comodidad en la misma.
Llegar a casa y tener el horno encendido o la calefacción puesta a la temperatura que nos gusta son aspectos que podremos obtener con los sistemas domóticos.